Los suelos de madera maciza son ideales tanto para hogares privados, como para edificios públicos ya que resisten a las condiciones mas exigentes. Los suelos de madera maciza que viven y respiran, también generan un clima interior de gran calidad. Son fáciles de limpiar, y por lo tanto, ideales para personas con alergias. Además no generan electricidad estática.
Existen dos tipos principales de instalación. Ambos tienen sus pros y contras, y debe escogerse uno u otro según el tránsito de la estancia y las características particulares de suelo.
El sistema clásico o fijo
Consiste en instalar tablillas de madera maciza sobre un suelo previamente encolado con un producto especial.
La instalación flotante
Ha ido ganando seguidores por la rapidez y limpieza de su instalación, que excluye el uso de colas y evita los tiempos de espera por secado. Se compone de láminas con un sistema de encajado entre láminas, que ha sido adoptado también por los laminados sintéticos.